jueves, 20 de noviembre de 2008

Libros-álbum y microrrelatos. Dos caras de una misma moneda textual.


¿Cuál es la relación o la vinculación de los libros-álbum con los microrrelatos?, ¿cuál es el lugar de encuentro entre estas dos modulaciones textuales aparentemente disímiles y pensadas para destinatarios distintos? La investigadora Violeta Rojo[1] plantea: “El minicuento es una forma narrativa que se relaciona con otros géneros y sub-géneros literarios y con formas escriturarias no consideradas literarias” y, por su parte, Tomassini y Colombo[2] plantean: “el minicuento es transgenérico por naturaleza”. Bien podrían aplicarse estas reflexiones para los libros-álbum. Conocida es la vinculación de los microrrelatos con los chistes, los grafitis, los aforismos, las fábulas y los bestiarios, por nombrar sólo algunos. Por su parte, los libros-álbum también tienden redes con formas textuales pensadas como no escolares, como por ejemplo: la historieta o cómics, los dibujos animados, la publicidad, la plástica, los videojuegos y el cine. Tanto los libros-álbum como los microrrelatos han sido sujetos desde su aparición en el mercado editorial a la incomprensión genérica. A los microrrelatos se los ha incluido en publicaciones de poesías, ensayos, viñetas o catalogados como textos de “humor”, tal es el caso de los relatos brevísimos de Alejandra Pizarnik[3]. La editora del libro Prosa completa[4], Ana Becciu, plantea como categoría literaria de los textos de Pizarnik un capítulo denominado: Humor. Dice Lauro Zavala, con respecto a esta desterritorialización genérica:

Precisamente debido a [la] naturaleza proteica [de la minificción] (es decir, a su hibridez genérica) es muy frecuente que un mismo texto de minificción sea incorporado, simultáneamente, a las antologías de poema en prosa, ensayo y cuento. Este hecho, además de la existencia de una tradición genérica propia, amerita la creación de antologías en las que se reconozca la especificidad literaria de la minificción. (Zavala, 2003: 7).

Por su parte, los libros-álbum cuentan con una reciente y cada vez mayor investigación crítica. Sin embargo, con respecto a su publicación son las revistas especializadas e instituciones como la Asociación de Literatura Infantil y Juvenil de Argentina, las que postulan qué texto pertenece a qué categoría genérica y las editoriales, en general, retoman dichas clasificaciones, ya que no tienen un parámetro claro debido a la naturaleza textual de los libros-álbum, es decir les resulta difícil reconocer los lindes genéricos. Ediciones Del Eclipse, por su parte, dirigida por Istvan Schritter es la única editorial de libros-álbum que destaca en la tapa de los ejemplares el género y, además, incluye en la contratapa una definición genérica de este tipo textual: “Libros en que texto e imagen funcionan inseparables para construir la historia. Libros en donde las imágenes dicen tanto como las palabras. Clásicos y primeras ediciones de autores consagrados y noveles. Para chicos y grandes. Libros para leer mirando”.


[1] Violeta Rojo. “El minicuento, ese (des)generado” en RIB, http://www.iacd.oas.org/template-spanish/rib96/rojo.htm (17/04/02).
(2) TOMASSINI, Graciela y COLOMBO, Stella Maris. “La minificción como clase textual transgenérica” en RIB, http://www.iacd.oas.org/template-spanish/rib96/tomassini-colombo.htm (17/04/02).
[3] Para ampliar la información referida a este tema cito: Soriano Burgués, Noelia. "Alejandra Pizarnik y su odisea silenciaria".
[4] Becciu, Ana [Edit.]. Prosa completa de Alejandra Pizarnik. Barcelona: Lumen, 2003.

1 comentario:

Noelia dijo...

La bellisima ilustración de este texto pertenece a Leicia Gotlibowski.